miércoles, 12 de diciembre de 2012

COMO FORMAR A UN GRAN JUGADOR. PREPARACIÓN FISICA

Es lo que todo entrenador pretende, es lo que desea y es para lo que trabaja, incluso aquellos que se dedican solo a la formación inicial, pero que les dan las herramientas básicas para que logre ser un gran jugador. Esta ansiedad aumenta cuando el jugador o jugadora que nos llega demuestra grandes aptitudes; pero que aptitudes son las necesarias para llegar a ser un gran jugador.

Desde mi punto de vista hay múltiples factores en juego mas allá del talento/s que posee el atleta:

  1. Preparación física
  2. Preparación técnica
  3. Preparación táctica
  4. Personalidad y psicología del jugador
  5. Entorno social
  6. Estructura institucional
Creo que todos estos factores son necesarios para lograr el objetivo aunque no todos tienen la misma importancia. Me explico:
En este artículo me voy a centrar en la preparación física, que, repito, desde mi punto de vista, es el menos importante de todos los factores. Aclaro que digo "menos importante" y no que no sea importante. Lo es, y mucho, pero veamos el panorama internacional. En España el mejor jugador ronda los 50 años. Sobreviven Primorac, Persson, Saive,  Korbel, etc, etc. Todos ellos mayores de 40 años, ya cerca de los 50 y son top 100 mundiales, cosa que es prácticamente imposible en otros deportes. 
Reitero, la preparación física es muy importante en el tenis de mesa y voy a explicar muy brevemente algunos aspectos de este factor utilizando un texto del Profesor Gabriel Grosso, preparador físico de la Selección Argentina de tenis de mesa.

CONCEPTOS GENERALES DEL LA PREPARACIóN FISICA EN EL TENIS DE MESA 

Tal vez el concepto más valioso que vincula la preparación física con el Tenis de Mesa es el sistema de producción de energía durante el desarrollo del juego competitivo. 

Para que el entrenamiento ejerza los efectos más beneficiosos, debe ser elaborado de tal modo que desarrolle las aptitudes fisiológicas específicas para asegurar el aporte energético al músculo en condiciones óptimas. No serviría de nada (aparentemente), entrenar a los jugadores para responder a esfuerzos que luego no realizarán en la competencia. 

Por tanto, antes de planificar el entrenamiento en Tenis de Mesa hay que reflexionar y analizar los distintos esfuerzos que realiza el jugador en competición y a partir de esto, diseñar un plan de trabajo de preparación física. 

Analizando detalladamente el transcurso de un partido, podemos observar que el tipo de esfuerzo realizado es de pequeños y rápidos desplazamientos con precisos y potentes lanzamientos del brazo para realizar los diferentes gestos técnicos, con secuencias de tres a seis golpes consecutivos en cada jugada y tiempo de recuperación entre 5 y 10 segundos. 

Según Fox en el libro “Fisiología del deporte”, el Tenis de Mesa posee un 80 % de actividad anaeróbica y un 20 % de aeróbica con un consumo máximo de Oxigeno alrededor de 60 ml/kg.min.(Valor que en mi consideración es demasiado elevado en nuestro medio, ya que son pocos los jugadores que superen los 50 ml/kg.min). 

La fuente de energía principal que se utiliza durante el transcurso del partido es la del sistema ATP-CP, donde la energía se produce por la hidrólisis del fosfágeno y fosfo-creatina (almacenada en el músculo). Pensamos que el sistema de ácido láctico y el oxidativo entran en muy pocas ocasiones en el partido. 

Por tanto el programa de preparación física se debe centrar en el trabajo anaeróbico - aláctico. 

En este deporte se requieren aptitudes como: coordinación, velocidad de reacción, velocidad gestual, fuerza explosiva y resistencia muscular. 

El primero de los conceptos que debemos manejar, es que el desarrollo de las cualidades físicas, debe priorizarse según los requerimientos del deporte (al igual que el sistema de aporte energético utilizado). Por este motivo, quienes estudian, juegan u observan este deporte, coinciden en que la cualidad física determinante es la velocidad, y al mejor desarrollo de esta, nos tendremos que enfocar con mayor insistencia en la preparación física. 

Debemos saber que la fase sensible para desarrollar la velocidad es desde los 7-8 años a los 10-12 años, debido a que en esta etapa, el proceso de maduración del sistema neuro-muscular así lo permite. Del trabajo a conciencia en esta edad, depende el techo que nuestros jugadores tengan en un futuro (a mayor y mejor estimulación, en esta etapa, mayor posibilidad de mejora en la velocidad en edades adultas). Pasada esta etapa, las posibilidades de mejoras en la velocidad son menores. 

En el tenis de mesa al igual que en todos los deportes de situación (donde no son previsibles todos los movimientos a realizar) es muy importante la coordinación, cualidad que le dará al jugador la posibilidad de resolver de manera efectiva, las situaciones imprevistas del juego gracias a un mejor dominio neuro-muscular. 

Esta cualidad al igual que la velocidad se deberá trabajar desde edades tempranas para un mejor dominio del cuerpo, respetando en la planificación de las actividades físicas de coordinación, el principio de la multilateralidad (en los comienzos de su carrera) y el de especificidad (en la etapa de perfeccionamiento). Esto es debido a que a mayor dominio corporal corresponde un mejor rendimiento físico y técnico del jugador. 

Otra de las cualidades que puede ser determinante para un jugador de tenis de mesa, es la flexibilidad, debido a que su mejora le da al jugador mayor alcance en la mesa, mayor variedad y amplitud de movimientos, y facilita el incremento de otras cualidades como la fuerza y la velocidad. 

El desarrollo de la flexibilidad, también es necesario trabajarlo desde edades tempranas, y sin descuidarlo en ninguna etapa ni sesión del entrenamiento, ya que además de los beneficios mencionados, ayuda a prevenir lesiones musculares y a la recuperación muscular entre un estímulo y otro (sea entrenamiento o competición). 

En el caso del desarrollo de la resistencia aeróbica, podríamos decir que en el estudio de las exigencias de un partido de tenis de mesa, no es fundamental. 

Sin embargo el adecuado trabajo de la resistencia aeróbica, le dará al jugador la posibilidad de competir en varios partidos sin que decline su rendimiento, mejorar su recuperación y entrenar con un volumen mayor de trabajo. 

Debido a la particularidad de este deporte, se sugiere llegar a una mejora en el consumo máximo de oxígeno, por acumulación de trabajos de corta duración y variada intensidad (evitar los trabajos de resistencia continuos). 

Hay que recordar que la mejora de esta capacidad, depende del desarrollo hormonal, por lo que su entrenamiento, no tiene efectos positivos hasta los 13-14 años de edad promedio en los varones, y un poco antes en las mujeres. 

La fuerza es quizás la cualidad más discutida ya que se manejan algunos conceptos que pueden ser erróneos, (como que “endurece” al jugador o lo hace “más lento”). En realidad, con un trabajo bien realizado, elevar los niveles de fuerza, ayudará al jugador a ser más veloz y a tener una mejor postura corporal. 

En esta cualidad, el cuidado debe ser mayor, ya que el riesgo de trabajar con sobrecarga de manera equivocada, puede llevar a lesiones que, a temprana edad pueden ser graves (se recomienda no trabajar con sobrecarga ni pliometría hasta los 15-16 años, y no aplicar métodos de cargas máximas en ninguna etapa del entrenamiento). 

El incremento de la fuerza es beneficiosa para el jugador de tenis de mesa en todas sus variantes y en todos los grupos musculares, siempre y cuando se planifique debidamente, sin buscar la hipertrofia muscular como objetivo y evitando las cargas máximas que puedan traer como consecuencia lesiones musculares, articulares y/o ligamentosas. 

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